lunes, 6 de septiembre de 2010

La mano y el perro.
La mano, el perro y el monólogo interior.
Uñas pintadas de verdemoco que tamborilean la canción.
El abuelo cruza en rojoencía silbándola antes de tu nacimiento.
Es atropellado antes de tu nacimiento, también tuvo un perro y manos como árboles.
Detràs de los recuerdos, más recuerdos.
Obras de arte modificadas, dulcificadas.
Grasas saturadas en la vieja máquina, generalmente fuera de servicio.
A alguien se le fué la mano.
El perro sigue ladrando a los desconocidos.
El monólogo interior acude a un programa de desintoxicación.

4 comentarios:

  1. Los recuerdos modifican y dulcifican, lo se muy bien. Esas grasas saturadas son las responsables de mi falta de imaginación, de mi creatividad fuera de servicio. Mi monlólogo interior se desintoxica con la masturbación. Y además no tengo perro.

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  2. Crear, sólo crea Dios (eso dicen).
    Respecto al perro, todos llevamos uno dentro.
    Un abrazo Javier.

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  3. Vamos a ver Paco, peco, llevas desde el 6 de Septiembre sin publicar ningún PUTO poema, como tu bien dirias.

    Haz el favor de mover el culo y meterte en tabernas y recostarte en barras grasientas, para si desde tu trono( Seguramente forrado de pana y lleno de lamparones de dudosa procedencia), deleitarte del patetismo que hemos perpetuado cada dia y de una vez por TODAS, publiques otro PUTO poema que nos haga pansar que el mundo en realidad se deberia de mirar con muchos mas matices.
    Que el sarcasmo tambin puede ser humanamente necesario y en definitiva que estamos vivos.

    Pue nada Paquito, ya nos vemos en nochevieja.

    Un beso Majo.

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  4. Suscribo lo dicho por Luís.

    Salu2 córneos

    PD: y para no desentonar: Puto
    ;-)

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